top of page

Muñecas y coches y viceversa

salvarubicrespo

Hemos vivido asumiendo que existen “juguetes de género”. Para él, el coche y para ella, la muñeca. ¿Por qué? ¿Cuál es la diferencia entre que un niño juegue con muñecas y una niña con coches? ¿Y todos juntos con todo?


Niña jugando con un camión | Tribuna Feminista


El mundo parece estar modernizándose a pasos agigantados, pero la realidad es totalmente distinta. Seguimos anclados en los estigmas sociales y en los roles de género. La Navidad, ahora, nos ha devuelto la alegría y las ganas de volver a encontrarnos con “el niño que llevamos dentro”. La pandemia no da ni un respiro y los datos siguen disparados. Las cifras de contagiados cada vez tienen más cifras y las personas que pasan las navidades solas se multiplican por doquier, al igual que lo hacen las ventas de pruebas de antígenos.


Ante tanto caos y revuelo pandémico, parece que las navidades ya no son lo que eran. Están edulcoradas y, hasta, estériles. Lo único que parece que sobrevive a todas las variantes con nombre de letra del alfabeto griego y a todas las restricciones que nos imponen: pasaporte covid, incluido, son las cabalgatas de Reyes Magos y la ilusión de los más pequeños por los regalos navideños y la magia que envuelve estas fechas.


Y hablando de regalos navideños, el otro día decidí ir a “encargar los regalos” de mi primo pequeño a sus majestades de Oriente y creí estar inmerso en un capítulo de “Cuéntame”. El niño tiene tan solo dos años y ha pedido una cocinita, como la que tiene en la guardería. Pues dicho y hecho. Si el niño lo pide, los Reyes no tardan en traérselo. El problema viene cuando, al buscar la cocinita en cualquier centro comercial, te encuentras con que está en un pasillo nombrado de una forma un “poco” sexista: “Para niñas”. Quitando un “poco” y poniendo un “tanto”, me doy cuenta de que las cosas no cambian ni con el paso de los años. Cuando yo era pequeño la división entre “niños y niñas”, “azul y rosa”, “muñecas y coches y viceversa” era clara, pero, ahora, casi en 2022, lo sigue siendo.


Hemos vivido asumiendo que existen “juguetes de género”. Para él, el coche y para ella, la muñeca. ¿Por qué? ¿Cuál es la diferencia entre que un niño juegue con muñecas y una niña con coches? ¿Y todos juntos con todo? Debemos de educar en la igualdad y en la no discriminación. Todos somos iguales y lo que los padres deben de regalar a los hijos son “puentes” en aras de la igualdad. Y eso se consigue quitando etiquetas. Las mismas que una conocida política: Rocío Monasterio, ha defendido en el programa de radio de Federico Jiménez Losantos: “me voy a hinchar a comprar muñecas y cunas a las niñas y a mis sobrinos coches, tractores, tanques, grúas y arcos".


La cuestión es grave. Se trata de que cada niño elija jugar con lo que le apetezca sin que los padres ni la sociedad le indiquen con lo que distraerse y trabajar su creatividad. La libertad hay que abanderarla desde pequeñitos y los estereotipos hay que tirarlos a la basura, al igual que los carteles de “Para niños” y “Para niñas”.

Comments


© 2023 by Name of Site. Proudly created with Wix.com

bottom of page