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Planeando sobre el error

salvarubicrespo

Actualizado: 28 dic 2021

Desde su lugar de origen hasta el campo almeriense. Nos adentramos en la historia de personas que, en busca de una nueva vida, han realizado un viaje vital que los ha llevado a planear a un metro del error. Mares y vallas separan a los inmigrantes de un futuro mejor.


Imagen de un naufragio y posterior rescate | El País

La mañana amanece apenas pasadas las ocho. En el invernadero comienza una jornada de trabajo dura. La faena aguarda y el rumor de las ruedas de los carros sobre la tierra hace captar la atención de cualquiera que afine su oído. Los trabajadores se enfundan las manos con guantes para comenzar la recolección de hortalizas. Los migrantes cargan en las manos con el peso de cajas llenas de pepinos, pimientos, tomates… Y todo lo que alumbre la tierra. En sus espaldas, descansan corrientes de vida que, buscando una solución inmediata, caminan y planean a un metro del error. O de la muerte.


Según los últimos datos de la Organización Internacional de las Migraciones, España es, a día de hoy, uno de los veinte países donde más migraciones internacionales se producen. De hecho, España ocupa la décima posición tras Estados Unidos, Alemania, Federación Rusa, Arabia Saudita, Reino Unido, Emiratos Árabes Unidos, Canadá, Francia y Australia.


España es la principal vía de acceso a Europa de la población irregular. Desde el año 2018 España no encabezaba la lista de países mediterráneos receptores de inmigración irregular. Este repunte de llegadas se ha producido por la reactivación de la ruta hacia las islas Canarias. A la espera de que se publiquen los datos definitivos, España ha registrado algo más de 41.000 entradas irregulares por tierra y mar, frente a las 34.100 de Italia y las 15.500 de Grecia. Todos estos datos fueron publicados por la agencia de Naciones Unidas para los refugiados, ACNUR.


Imágenes de migrantes en Patera | La Razón

Los datos expuestos anteriormente exponen un crecimiento de las entradas irregulares de un treinta por ciento frente a datos del año anterior. Desde 2018 la tendencia de llegadas me inmigrantes tendía a la baja. De hecho, en 2019 se produjeron la mitad de llegadas de 2018. Esto se debió a la colaboración entre el Gobierno marroquí y el español. Lo realmente triste es que en 2020, además de haberse aumentado las llegadas, los naufragios han aumentado considerablemente y, según datos de la Organización Internacional de las Migraciones, al menos 872 perdieron la vida en el viaje desde su lugar de origen hasta España. De todas las personas que han llegado a España en el pasado año, más del cincuenta por ciento lo ha hecho a Canarias, donde han llegado unas 22.000 personas. Estas cifras no se veían desde el año 2006, cuando se llegó a alcanzar la cifra de 31.000 personas llegadas desde África.


La gestión de los desembarcos llegados a las Islas Canarias, sobre todo a Gran Canaria, se ha visto dificultada en gran medida por la pandemia y por la descordinación entre el Gobierno y los ministerios. Esto ha provocado una crisis de recepción y acogida. Durante estos meses cientos de inmigrantes han estado hacinados en un muelle portuario sin las condiciones básicas de higiene, incumpliendo de esta forma el periodo de setenta y dos horas que marca la ley.


Imagen de Omar trabajando en un invernadero de El Ejido (Almería) | Salvador Rubí

“El país sigue igual. La situación es parecida, pero mi familia vive mejor gracias al dinero que yo les mando trabajando en España”


Omar tiene cuarenta y un años. Es de Mali. Antes de llegar a España trabajó, durante diez años, además de en su lugar de origen, en países del continente africano como Camerún o Nigeria. En diversas zonas de África Central. En el Congo trabajó a la temprana de edad de quince años. Un par de años más tarde atravesó Marruecos para llegar a España sorteando el cordón policial de Melilla: “Salté la valla con unas cincuenta personas más. Lo hicimos desde una montaña llamada Groco, en la ciudad marroquí de Nador”.


Una vez saltada la valla estuvo dos meses en Melilla, donde fueron atendidos en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de la ciudad autómoma. El salto coincidió con el atentado a las Torres Gemelas en Estados Unidos, aquel fatídico 11-S, y las instituciones policiales trasladaron en barco a todos los inmigrantes que se encontraban en Melilla a las Islas Canarias.


Al llegar a España trabajó en una empresa de construcción internacional, Ferrovial. Esto hizo que Omar conociera diversos puntos de España. Al trabajar la empresa en distintos enclaves se movía de un sitio a otro. Ha estado en Madrid, Málaga, Tenerife, Sevilla, Benidorm, Granada, Lisboa… Durante mucho tiempo compaginaba el trabajo agrícola con la construcción. Cuando acababa la campaña de cultivo en el campo almeriense se iba a trabajar a donde lo necesitara Ferrovial.


Omar y su historia de superación que tiene como punto de partida Mali


Imagen de un cultivo de pimientos en El Ejido (Almería) | Salvador Rubí

Omar quiere volver a su país de origen en un futuro. “Yo allí tengo a la mayoría de mi familia: a mi mujer y mis hijas”. Gracias a su trabajo en el campo almeriense el maliense ha podido construir dos casas en Mali. En España, además, se ha sacado el carné de conducir. Omar va casi todos los años en la temporada estival, cuando el volumen de trabajo en el cultivo intensivo de invernadero es más bajo, a Mali para ver a su familia.


“El país sigue igual. La situación es parecida, pero mi familia vive mucho mejor gracias al dinero que yo les mando trabajando en España. Toda mi familia está bien”. El problema es que para que su familia esté bien y tengan mejores condiciones de vida tienen que estar alejados: “A mi me gustaría que todos viviéramos en El Ejido, que estuviéramos juntos”. Pero el nivel de vida en España es más alto. Omar está pagando cincuenta euros al mes por una habitación de un piso que comparte con cinco personas más. Si su familia viniese a España, tendría que alquilar una casa para que vivieran todos, y eso podría alcanzar la cifra de cuatrocientos euros anuales más gastos adicionales, por lo que Omar gastaría el suelto de todo u mes y no podrían vivir con las condiciones de vida que viven en Mali, debido a que allí el nivel de vida es muy bajo. En definitiva, Omar prefiere sacrificarse y que su familia viva de la mejor manera posible.


Imagen de la actuación policial durante los saltos de valla en Melilla | eldiario.es

“Si tú has nacido pobre, tú tienes que apretarte el cinturón”


Cuando le preguntamos a Omar por la forma de ingeniárselas para salir adelante ante una situación de tanta miseria y pobreza nos decía: “Si tú has nacido pobre, tú tienes que apretarte el cinturón”. Sus padres, su mujer y sus hijas, gracias a él, no tienen que trabajar: “Por suerte, en Mali tengo un campo que ellos cultivan de maíz y cacahuetes. Pero no venden lo que recolectan, es únicamente para el consumo de ellos, para comer”.

Omar tiene un hermano que se encuentra en Marruecos y, como él, tiene la intención de llegar a España. Pero para ello necesita dinero para poder pagar a las mafias que de dedican a trasportar personas desde África hasta Europa.


Las mafias, según la ONG Centro Africano para los Estudios Estratégicos, mueven a más de tres millones de personas. Tal es la cifra, que algunos han calificado a las mafias como “el mayor touroperador del mundo”. Y es que nadie es capaz de mover a tanta gente en el planeta como los que trafican con personas que, al verse entre las cuerdas, se juegan la vida en busca de un futuro mejor. Cuando una persona quiere viajar de un país a otro basta con tener un visado que te permita hacer dicho tránsito. El problema viene cuando los países no te permiten hacer ese viaje y se recurre a las mafias, a los traficantes de personas. Es curioso, pero el tráfico de personas mueve mucho más dinero que el tráfico de drogas y armas.


“Yo tengo un hermano que quiere venir a España. Ahora mismo está en Marruecos”. Omar no califica a estas personas que cobran por cruzar a los inmigrantes a través del Mar Mediterráneo como mafias. Resulta reseñable la percepción de Omar sobre los traficantes de personas a los que su hermano pretende pagar para que lo traigan a territorio español. Parece que para la población que hace uso de estos servicios a cambio de dinero las mafias han dejado de ser el villano de la película para convertirse en héroe. En cierta manera, es comprensible, ya que en la mayoría de casos es la única vía que los migrantes tienen para venir a España. Muchos de estos traslados en barco acaban en tragedia. Las cifras no son claras cuando se habla de naufragios, ya que existen miríadas de ejemplos de naufragios que no han sido documentados. Algunos partidos de la derecha más radical europea han sembrado en la población el bulo de que las ONG que se dedican al rescate de personas en alta mar se coordinan con las mafias para llevar a los inmigrantes a suelo firme. Esta afirmación es desmentida a través de la exposición de las cifras de personas que han perdido la vida en el mar.


Actuaciones policiales durante la llegada de migrantes en Gran Canarias | El Plural

Las mafias, los mayores touroperadores del mundo


Muchos de los “mafiosos” que se dedican al tráfico de personas han sido antes traficados. Es la pescadilla que se muerde la cola. Algunos políticos europeos han advertido que la detención de estos mafiosos pondría fin a la inmigración irregular. El problema es que llegar a ellos requiere una complicación extrema, ya que no van a bordo de las embarcaciones. Los migrantes están pagando entre tres mil y cuatro mil euros, dependiendo de la mafia, por subirse en una patera y cruzar el estrecho. El dueño de la finca donde trabaja Omar le prestó tres mil euros para enviárselos a su hermano con el fin de que pudiera venir a España a trabajar. En Mali una persona que trabaje de camionero, según nos cuenta Omar, puede ganar al mes unos setenta euros.


Omar no muestra con claridad su ideología política, pero sí hay algo que afirma rotundamente: que los políticos pueden pensar e implantar cualquier medida que consideren oportuna, pero la gente va a seguir viniendo a trabajar a España y a países europeos donde la situación es mucho mejor que en los países africanos donde la pobreza rezuma en cada instante y a cada momento. Para Omar, la razón es sencilla: “si tú en Mali ganas un euro al día y aquí, en España, te pagan mínimo cuarenta euros, ¿qué harías?”. Gracias a que Omar vino a trabajar a España ha podido comprar un terreno, que es donde vive su familia ahora, por solo diez mil euros. “Comprar algo en Mali con lo que ganas trabajando allí es casi imposible”, nos cuenta el maliense.


Imagen de un manifestante de extrema derecha | eldiario.es

La extrema derecha y el odio hacia los migrantes


En tema de la entrada de personas en España de forma irregular, año tras año, sigue estando en el candelero. María Márquez, diputada en el Congreso de los diputados por Sevilla, nos dice que existen partidos de derechas que van en contra de los derechos fundamentales. Para María Márquez la posición que tienen los partidos de ultraderecha como Vox en lo que respecta a política de inmigración es inhumana: “Están en otro siglo pasado y les cuesta asumir que los Estados tienen la obligación de socorrer a las personas que se encuentran en el mar”. Para la diputada de la formación morada existe un enorme odio por parte de cierto sector de la población hacia todo lo que es diferente, en vez de un respeto hacia la diversidad.


Por otra parte, el periodista Alberto Fernández, corresponsal durante más de diez años en Bruselas, nos cuenta que en toda la Unión Europea el tema de la inmigración genera mucha controversia. En relación a las posturas más extremistas que sostiene que no hay que acoger a personas extranjeras, Alberto sostiene que estos partidos, que en su mayoría son de extrema derecha, prefieren ir en contra del resto en lo que respecta a las políticas de inmigración más progresistas, aun sabiendo que mucha gente les va a odiar, con la intención de arrastrar muchos votos de la derecha. Y no solo de la derecha, al ser tan populistas y tratar temas populistas como la inmigración o los que conciernen a la clase trabajadora, intentan obtener en esos colectivos un caladero de votos. Es por todo ello que Vox ha adoptado muchas de las políticas de partidos de ultraderecha europeos.


Sea como fuere, lo que sí que es cierto es que las políticas migratorias son un tema de especial controversia, por la dificultad de actuación y porque se habla de vidas que buscan un futuro mejor. La realidad es cruda y conmovedora, ya lo dice Omar: “Si tú has nacido pobre, tú tienes que apretarte el cinturón”.




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