El IPC asciende hasta el 5,6% a causa del encarecimiento de la energía y los cuellos de botella en la cadena de suministros, por lo que las pensiones subirán el 2022 un 2,5%
Gráfico del aumento del IPC desde septiembre de 2020 | INE
El Índice de Precios del Consumo ha experimentado una subida del 5,6% en el mes de noviembre en comparación con el mismo periodo del año anterior. Según el periódico El Mundo, esta subida tan pronunciada se debe al aumento de precios del sector alimentario y los carburantes. Este dato es todavía mayor al de octubre, cuando el IPC aumentó un 5,4%, según el Instituto Nacional de Estadística. De esta forma, las pensiones, al subir los precios de consumo, subirán un 2,5%.
Este dato será confirmado dentro de quince días por el INE, aunque todo apunta a que la cifra va a ser definitiva. La aceleración de la subida de precios provocará un aumento de las pensiones del 2,5% en 2022, por lo que el gasto de pensiones se acrecentaría en 3.500 millones de euros. Este aumento se debe a que, según la última reforma de revalorización de las pensiones, aumentan cada año conforme al IPC.
Imagen del ministro de Seguridad Social durante el anuncio del aumento de las pensiones | El Independiente
Las subidas de precios se han atenuado sobremanera en la segunda mitad del año. Esto se debe al encarecimiento de la energía, ya que hay mayor demanda que oferta, y a los cuellos de botella en la cadena de suministros. La inflación es un tema que preocupa en los últimos meses y que protagoniza el debate económico. Los bancos centrales advierten de que es transitoria, pero países muy endeudados, como es el caso de España, sospechan de forma temerosa que va a crecer la retirada de estímulos monetarios para evitar el sobrecalentamiento, de manera que se encarezca así su financiación en los mercados.
Los datos ofrecidos por el INE, atendiendo a publicaciones de El País, muestran la inquietud por la rebaja de poder adquisitivo de los ciudadanos, y frena la recuperación económica tras la pandemia al desviar parte del ahorro embalsado que debía ir a consumo hacia partidas como el sobrecoste en la cesta de la compra, llenar el depósito del coche, y la factura de la luz. La inflación subyacente, que no tiene en cuenta los precios de la energía y de los alimentos frescos también sube, y pasa del 1,4 al 1,7%.
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